Su primera vez ante las urnas
Escrito por VALLES DEL LUNA - Administrador IES, miércoles 13 de mayo de 2015 , 00:46 hs , en CURSO 2014-15

Fuente: Diario de León

Seis jóvenes electores primerizos y los tres candidatos más jóvenes de PP, PSOE e IU en Truchas, Torre del Bierzo y Vegas del Condado exponen sus expectativas ante el 24-M. «Cambiar este país de chorizos», «que hagan algo por León y no se lo lleven todo a Valladolid» y más servicios en el mundo rural es lo que piden Amanda, Daniel, Claudia, Álvaro, Emilio y Sheyla, electores primerizos en León. Asentar población rural, dar el relevo y atraer empresas para crear empleo es lo que quieren hacer Inmaculada, Jorge y Daniel, candidatos primerizos

  • Claudia Fuertes Martino, 18 años, vive en Trobajo del Camino y estudia en León. Daniel Ramos Fernández,  18 años, vive en León. Estudian 2º de Bachillerato en el IES Padre Isla de León -
    Claudia Fuertes Martino, 18 años, vive en Trobajo del Camino y estudia en León. Daniel Ramos Fernández, 18 años, vive en León. Estudian 2º de Bachillerato en el IES Padre Isla de León -

ANA GAITERO | LEÓN 12/05/2015

13.969 jóvenes podrán votar por primera vez a sus alcaldes o alcaldesas, muchos también a las pedanías, y a los 14 puestos de procuradores en las Cortes de Castilla y León. Amanda y Álvaro, Claudia y Daniel y Emilio y Sheyla forman parte de esta nueva hornada de electores. Desde lugares diferentes y posiciones ideológicas contrapuestas comparten diagnóstico e inquietudes.

Corrupción, despoblación de León, escasez de servicios en el mundo rural y falta de oportunidades para encarar el futuro son sus mayores preocupaciones. Unos desconfían de los partidos grandes y otros de los emergentes. Y todos coinciden en la necesidad de que haya un cambio en España y una renovación generacional en la vida política.

«Por fin voy a votar, no solo a mirar», afirman Claudia Fuertes y Daniel Ramos, estudiantes de 2º de Bachillerato del IES Padre Isla. Son primerizos en las urnas. El derecho a voto, que pronto se sacarán el carné de conducir, son las únicas consecuencias palpables de su recién adquirida mayoría de edad.

Por lo demás, con la Selectividad a la vuelta de la esquina, su vida no ha cambiado por cumplir 18 años. Ambos tienen ilusión por poder elegir al próximo equipo de políticos y políticas que gestionarán los municipios en los que viven (en algún caso, también la pedanía) y la Comunidad.

Votar a las personas

Creen que la juventud es la palcanca de cambio, porque «la gente mayor tiene otra mentalidad y no se atreven». Su retrato de la clase política actual se resume en que «roban y hacen las cosas mal». Sospechan que cambia cambia cuando tocan poder: «Aunque te saquen a uno que sea ejemplar, pasado el tiempo empiezan a salir cosas, que si dinero...», apunta Claudia recordando a «una alcaldesa rubia».

Daniel dice que algunas personas son válidas, pero lamenta que el sistema esté en manos de los partidos: «Puede que haya alguno que sea bueno, pero como votas al partido, da igual». Por eso preferiere listas abiertas: «Me gustaría más votar a las personas, como hacen en Holanda, creo». Lo vio en una clase de Filosofía. «Unas compañeras presentaron un trabajo sobre el sistema de elección en otros países», comenta.

Es partidario de reducir cargos políticos en las instituciones o al menos desplazamientos a los parlamentos: «Para dar un botón, no puede ir uno de cada partido, que vaya uno en representación», alega. Su compañera apostilla que a veces es necesario: «La ley del aborto fue con voto oculto», aclara.

Claudia y Daniel saben lo que es el paro. «Mi padre estaba a punto de agotar la prestación cuando encontró trabajo, el último mes ya noté que las cosas estaban peor», cuenta el chico. «Mi padre está en paro y somos dos hermanas», apostilla Claudia. Ambos se quieren dedicar a la rama sanitaria y han participado en alguna manifestación estudiantil. Sus razones: «sólo van a estudiar los ricos».

No se ven en la política. «Hay que responder, tener una responsabilidad, no sé si estaría a la altura», comenta la chica. «Hay que echarle valor y tener carácter porque te van a pisar», agrega el compañero.

  • Álvaro Casado Chamorro, 18 años, de Zuares del Páramo. Amanda Benéitez Alegre, 18 años, de Palacios de Fontecha. Estudian 1º de Bachillerato en el IES Valles de Luna de Santa Mª del Páramo -
    Álvaro Casado Chamorro, 18 años, de Zuares del Páramo. Amanda Benéitez Alegre, 18 años, de Palacios de Fontecha. Estudian 1º de Bachillerato en el IES Valles de Luna de Santa Mª del Páramo. -



No reparten

Daniel ve en la política local, en su pueblo, Villamoros de Mansilla, que pertenece a Mansilla Mayor, un ejemplo en miniatura de lo que le pasa a León con Valladolid: «No reparten, se lo llevan todo para ellos». Por eso ve bien que el pedáneo se presente a la Alcaldía. Su futuro no lo ven en León. Claudia porque «León no tiene oportunidades» y cree que «si voy fuera me reconocen y me pagan mejor». A Daniel le gustaría viajar, pero «luego volver a León». «Que hagan algo por León» y «que seamos todos iguales» son sus deseos.

A Amanda Benéitez Alegre, de Palacios de Fontecha y estudiante de 1º de Bachillerato en el IES Valles de Luna, le gustaría «cambiar a este país de chorizos». Le indignan los recortes en sanidad y educación y, sobre todo, siente «vergüenza» por «los desahucios con niños en la calle». Tiene muy claro que «no votaré a las derechas» y espera que «algo cambie» con su voto: «Suma». A escala local, le preocupa la desigualdad entre el campo y la ciudad: «Están mejor tratadas las personas que viven en las ciudades, en mi pueblo tenemos médico dos veces por semana. El resto tienes que ir a Valdevimbre o a Santa María y hay gente mayor que no tiene coche para desplazarse», apostilla.

Su compañero Álvaro Casado, de Zuares del Páramo, da fe: «El verano pasado tenía que ir todos los días al médico o a la enfermera y tenía que ir buscándolo por los pueblos. A veces no había consulta porque habían tenido guardia», agrega.

¿Qué futuro?

Le preocupa cómo va a labrarse un futuro. Quiere estudiar Educación Infantil, «no sé lo que cuesta, pero bastante» y en su casa, son tres hermanos, viven de la pensión de viudedad de su madre. Los recortes educativos son los motivos por los que ha participado en las manifestaciones estudiantiles.

Aún así Álvaro tiene claro que «no votaré a Podemos: hay algo que no me gusta», alega. Sus tíos se presentan como candidatos en Zuares del Páramo. Es muy diferente votar a las municipales, «donde conoces a la gente de cerca», que a las autonómicas. No tienen inquietudes políticas, por ahora, pero tampoco lo descartan. De momento, ya tienen experiencia como delegados de curso. «Se me da bien, si tengo mandar, mando, y me gusta hacer bien las cosas», comenta Amanda. Álvaro es el delegado de su curso y cuenta que organizar las huelgas es el cometido más pesado.

  • Álvaro Casado Chamorro, 18 años, de Zuares del Páramo. Amanda Benéitez Alegre, 18 años, de Palacios de Fontecha. Estudian 1º de Bachillerato en el IES Valles de Luna de Santa Mª del Páramo -
    Álvaro Casado Chamorro, 18 años, de Zuares del Páramo. Amanda Benéitez Alegre, 18 años, de Palacios de Fontecha. Estudian 1º de Bachillerato en el IES Valles de Luna de Santa Mª del Páramo. -

Indecisa

Sheyla Arriola Bayón está indecisa. No sabe si votará, «de poco va a servir», dice escéptica. Todo dependerá de cómo lo vea el domingo de la jornada electoral. Ella está censada en Cistierna, el municipio donde nació y vive. «Estamos bastante completos con los servicios que tenemos, aunque la piscina climatizada no funciona porque no hay dinero para mantenerla», explica.

Aún así, ve las elecciones como una oportunidad para que la juventud salga de la situación de desaliento en la que se encuentra. «Que hagan algo por nosotros, que inviertan el dinero en nosotros y no en beneficio propio», pide.

Su compañero de curso en el IES Ordoño II, Emilio Viñuela, tiene 19 años y se estrenó como elector en los comicios europeos de hace un año. Ahora tiene peticiones concretas: «Que miren más por los trabajadores y no sólo por la gente de nivel y que apoyen a otros deportes que no sea el fútbol», apostilla. Es aficionado al descenso en bicicleta y le gustaría que hubiera espacios acondicionados, aunque se defienden con los circuitos de Las Lomas: «No pido para mi deporte —matiza— creo que se da demasiado al fútbol y poco o nada al resto».

Los de siempre, a menos

Emilio pronostica que el 24-M «dejarán de cobrar tanta importancia los partidos de siempre» y Sheyla ve que «va a haber más donde elegir». En la escuela, aseguran, nunca les han hablado de cómo funciona el sistema democrático. Estudiaron hasta 4º de ESO y ahora hacen un ciclo de grado medio de Atención Sociosanitaria. «Me gustan las personas con discapacidad y hablar con las personas mayores, en el pueblo hay muchas», apunta Sheyla, quien reclama más atención para ellas porque «está muy dejado».

El oficio para el que se forman «está poco valorado y hay mucha ignorancia» sobre la labor que cumplen que ven tan necesaria «en una provincia como León pues hay muchas personas mayores», añaden. Confían en que «algo cambie». El acontecimiento político que recuerdan no tiene que ver con la mejora de sus vidas: «El asesinato de Isabel Carrasco es lo más fuerte que ha pasado», coinciden.

Emilio también es de la cuenca minera, de Matallana de Torío, y le preocupa el abandono del sector: «Hay que prestar más atención a la minería, estamos metiendo el carbón de fuera». «Eso no lo van a hacer», le contesta su compañera. «Da igual, hay que decirlo», alega el chico. Dicho queda.



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