Intervencionismo
Escrito por Antonio Rubén González Fernández, jueves 22 de enero de 2015 , 13:05 hs , en Economía

 

Me gusta mucho leer las Cartas al Director de los periódicos. Me permite ver dos cosas:
- Los olvidados problemas reales de la gente.
- Los razonamientos de las personas suficientemente ilustradas para escribir a un periódico. Podéis imaginaros como son los del resto.

La carta que aparece hoy en la edición digital del El Diario de León puede hacer historia. La reproduzco literalmente para solaz de todo el mundo.
Peajes
Julian Leon
Por que ese empeño de cuatro partiduchos politicos de nuestra ciudad por cerrar los peajes de astorga y del huerna? no se dan cuenta de que hay mas de 100 familias que viven de eso? Todo ese egoismo por cuatro miseros votos dice mucho de la calidad de nuestros politicos. en fin, espero que en algun momento alguien denuncie esto.
muchas gracias y un saludo.
La primera pregunta que me asalta es qué pensará este hombre de la mejora y generalización del telepeaje. Es decir, una tecnología que permita cobrar el peaje sin que el vehículo se detenga. Recomiendo a todo el mundo que piense sobre esta circunstancia porque esconde una vieja polémica sobre la destrucción de puestos de trabajo por el cambio tecnológico. El argumento contrario es mucho más sutil. El cambio tecnológico permite que las tareas se hagan con más facilidad y que, por tanto, se realicen actividades que antes no eran posibles. Por ejemplo, los blogs están quitando algunos puestos de trabajo a periodistas pero en vez de tener que asistir en directo a la agonía de una folclórica podemos leer artículos de gran calado y alcance como el que estoy escribiendo.

Por otra parte, este hombre ha encontrado lo que ha dado en llamarse un yacimiento de empleo. En primer lugar, se pueden suprimir los puestos de peaje que funcionan con tarjetas de crédito. Pero, ¿Por qué contentarse con doscientas familias viviendo de los peajes? Todos los pueblos de la provincia pueden poner su propia cabina de peaje y crear varios puestos de trabajo. El peaje no tiene porque ser muy alto ya que el número de vehículos es tan elevado que unos pocos céntimos pueden ser suficientes para pagar los sueldos de los operarios del peaje. En León capital se pueden poner peajes en casi todas las calles que generarían un buen número de puestos de trabajo.

Aquí es donde algunos de mis alumnos tendrán alguna ventaja. Saben que el funcionamiento de la economía no puede alejarse sustancialmente de algunos principios básicos de equilibrio general. En lenguaje más sencillo, el dinero que se va a gastar en los nuevos peajes se estaba dedicando previamente a otra cosa. Por tanto, en algún lugar de la economía alguien va a notar que sus clientes ya no tienen dinero y que tiene que despedir a sus empleados.

En este punto se puede ser mucho más incisivo. Los consumidores van a dejar de comprar cosas que hasta antes de introducir el peaje de fomento del trabajo creían necesarias. Otra buena pregunta es si los nuevos empleados de los peajes no pueden llevar a cabo otra actividad más productiva. Dado que producirían muchas molestias a los automovilistas por las calles sería mejor cobrar impuestos a los automovilistas una vez al año y mandarles el dinero a los beneficiados a casa. Es decir, que si se trata de un programa de beneficencia sería mejor no disfrazarlo de empleo.

De nuevo esta es una muy vieja historia desarrollada repetidamente por Frédéric Bastiat (1801-1850). Este hombre llegó a proponer irónicamente la prohibición de construir casas con ventanas para fomentar la industria de las velas o la instalación de discontinuidades de varios cientos de metros en las vías del tren en todos los pueblos de Francia para dar trabajo a los vecinos transportando viajeros y bultos.


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